"60.000 Marcos es lo que nos cuesta este discapacitado a lo largo de su vida. Este dinero es tambien vuestro”.



Este blog quiere ser un medio de información y sensibilización para todos los profesionales de la salud y cualquier persona interesada en los desmanes realizados por médicos y otros profesionales durante la era nazi.




miércoles, 26 de febrero de 2014

Friedel Bohny-Reiter y el campo de Rives-Altes (Francia)


Siempre las guerras y los conflictos humanitarios sacan lo mejor y lo peor del género humano.

Como decíamos en otras entradas anteriores, el Sur de Francia se convirtió tras el fin de la Guerra Civil Española en un lugar que acogió a miles de españoles. Las autoridades francesas sorprendidas e incapaces de manejar aquella catastrofe humanitaria establecieron espacios rodeados por alambradas para poder acoger a aquella marea ingente de españoles que huían.

Era obvia la aparición de epidemias debido a las inexistentes condiciones higiénicas de aquellos campos improvisados. Personas como Elisabeth Eidenbenz, junto con organizaciones de cuáqueros, Cruz Roja y el Servicio Suizo de Socorro intentaron hacer lo que la República Francesa no hacía.

Por azares del destino aquellos campos (Rives-Altes, Gurs, Argeles, Barcarés...) son el símbolo europeo de las memorias cruzadas. En aquellos campos coincidieron españoles republicanos, ex-combatientes extranjeros de las Brigadas Internacionales que habían luchado en España, apoyando al régimen democrático, pacifistas, gitanos y judíos.

Los judios, sobre todo alemanes, llegaron a Francia huyendo de las medidas antisemitas aplicadas tanto en Alemania como en otros territorios ocupados por Alemania.

Se juntaron en aquellos campos todos los que huían, los indeseables, como eran llamados por un político francés. Las memorias se cruzan y se entrecruzan.

Otra de las personas de las que se debe enorgullecer la Humanidad es Friedel Bohny-Reiter (1912-2001). Era una enfermera de origen austríaco perteneciente a la Organización Socorro Suizo a los niños (dedicada a la atención de los niños españoles en la Guerra Civil).

Friedel Bohny Reiter. Fuente Museo del Holocausto de Washington

Ella no pudo permanecer ajena a aquel sufrimiento y ayudó de la forma que pudo a las personas que estaban en los campos, sobre todo en Rives-Altes. Escondió niños, pasó comida de contrabando al campo, creó con su futuro marido varias casas de acogida para éstos niños que suponían un pequeño parentesis en toda aquella barbarie.

Friedel Bohny Reiter con niños españoles en el campo de Rivesaltes. Fuente Museo del Holocausto de Washington

Fue reconocida como Justa entre las Naciones  por el Estado de Israel.

Recientemente se ha publicado la noticia acerca de la creación de un gran memorial en las ruinas del campo de Rives-Altes. Es un verdadero símbolo europeo. Es un lugar que recuerda a la intolerancia, a la lucha contra los otros. En un primer momento acogió a refugiados en los años 1939-1945. Para los judíos fue un lugar de tránsito hacia las cámaras de gas del campo de Auschwitz. Posteriormente acogió a prisioneros de guerra. En la década de los 50 acogió a los Harkis. Estos eran  los argelinos que colaboraban con el gobierno y la administración francesa en Argelia.Con la independencia de Argelia tuvieron que huir a Francia. Años después fue un centro de internamiento de inmigrantes.

Hoy del antiguo Rives-Altes sólo quedan restos de los barracones, y alambradas. Es una planicie entre el mar y la montaña barrida por fuertes vientos.





Varios monumentos recuerdan al visitante que su memoria y su historia como español, judío, alemán, francés, gitano o argelino está también aquí.

Memorial de los judíos

Memorial de los gitanos

Memorial de los Harkis

Memorial de los españoles


Rives-Altes es un compendio de intolerancias y merece ser un lugar de visita obligada para todos los españoles, para todos los europeos y para todos los demócratas.


domingo, 9 de febrero de 2014

Muere María García Torrecillas, enfermera de la Maternidad de Elna (Francia).

El transcurso de la vida es inexorable. Este 2014 ha comenzado con la desaparición de varios testigos de los crímenes del Holocausto: Edmon Gimeno y Marcelino Bilbao, sobrevivientes españoles, Chavka Folman Raban, luchadora del Gueto Varsovia y ahora María Garcia Torrecillas.

Maria García Torrecilla. Enfermera

Maria García Torrecillas, fue una enfermera almeriense, que trabajó en la Maternidad de Elna con Elisabeth Eidenbenz. Allí se consiguió crear un oasis de paz entre aquella barbarie. María junto con otras enfermeras y parteras ayudaron a traer al mundo a muchos niños hijos de refugiados españoles, judíos y gitanos.

Exposición. Maternidad de Elna (Francia)
Exposición. Maternidad de Elna (Francia)

Son las memorias cruzadas, que se cruzan y se entrecruzan para demostrarnos que todos somos partes del mismo mundo. En aquel tiempo se cruzan los sufrimientos de judíos, gitanos, españoles exiliados, pacifistas, ex-combatientes del fascismo. Todos comparten las mismas calamidades en campos como Rives-Altes o Gurs.

Siempre en las tragedias hay quién es capaz de mantener la humanidad y dar lo mejor de sí.

Todos son un ejemplo para nosotros.

"Quién salva una vida, salva a la Humanidad entera" (Talmud).

"Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra.; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti. John Donne, Devotions Upon Emergent Occasions  (1624)


sábado, 1 de febrero de 2014

Marcelino Bilbao un español víctima de los experimentos médicos nazis en el campo de Mauthausen.

Recientemente el periódico EL PAIS, ha publicado la noticia del fallecimiento de Marcelino Bilbao, un sobreviviente de los campos nazis.
Marcelino como otros 500000 españoles cruzó la frontera huyendo de las tropas de Franco. A su llegada compartió como otros un triste destino en diferentes campos, como el de Gurs.
Tanto en Gurs como en el resto de campos franceses (Argeles, Barcarés, Bram, Agde, Les Milles) , el hambre, el frío, y la enfermedad fueron compañeros de los republicanos españoles a los que Francia acogió rodeandoles de alambre de espino.

Marcelino Bilbao

Luego unos fueron reclutados para las Compañias de Trabajadores, otros para los asi llamados Batallones de Marcha y otros se enrolaron en la Legión Extranjera. Tras su captura y la rendición francesa en 1940 algunos fueron llevados a los Stalag como prisioneros de guerra.

El Gobierno de Franco no los reconoció como "españoles" y de esta forma fueron entregados a los alemanes. Fueron tratados como apátridas a pesar de llevar en los campos el infame triángulo de prisionero, rotulado con la "S" de Spanien, triste paradoja.

Marcelino Bilbao fue llevado a Mauthausen como otros 7000 españoles. De ellos, 5000 perdieron la vida por hambre, enfermedad, frío, castigos, torturas y trabajo extenuante. Cada escalón de la cantera de Mauthausen está teñido de sangre española.

Cantera de Mauthausen

Cantera de Mauthausen actualmente
Incluso, aspecto poco conocido, algunos españoles fueron utilizados como conejos de indias en diferentes experimentos médicos. Marcelino cuenta en un libro y en un documental como recibió una inyección en el pecho de una sustancia desconocida y que posteriormente le extraían sangre de forma periodica. La sangre era remitida a ciertos laboratorios probablemente buscando algún tipo de suero o anticuerpos contra el gérmen inyectado. Asimismo Marcelino como otros fue utilizado en experimentos que buscaban el disponer de algún tipo de preparado o comida enérgetica destinada a las fuerzas alemanas y a la población civil.

Marcelino Bilbao
Los médicos nazis dispusieron en los campos de miles de personas como Marcelino Bilbao, privadas todas de derechos y de libertad, que fueron verdaderos sujetos de experimentación en manos de aquellos que han supuesto una de las mayores verguenzas para la profesión médica.

Este es relato de Marcelino:

"Yo había regresado a la cantera y formaba parte de un grupo de treinta rusos y españoles a quienes, durante seis semanas consecutivas, cada sábado, se hacía una toma de sangre. Al cabo de esas seis semanas, se nos llevó a la enfermería instalada en el barracón 5, para ponernos inyecciones en la zona cardíaca, inyecciones que producían una inflamación que se extendía paulatinamente como un trazo de lápiz azul, hasta el hombro. Cada tarde, debíamos presentarnos en la enfermería y el médico SS hundía los dedos en la región dolorosa. Los primeros días, estaba uno como paralizado de la cabeza a los hombros, y esa sensación no desapareció hasta al cabo de unos quince días. Los que ya no tenían ni fuerzas para personarse en la enfermería, eran llevados al barracón 20 donde estaban apiñados otros enfermos. Mientras tanto, llegó un fuerte contingente de prisioneros procedentes de diferentes países y, para hacer sitio, los SS procedieron a la eliminación de todos los enfermos, inyectándoles gasolina; así fue como algunos españoles que pertenecían a ese grupo fueron asesinados.
Durante una semana, me sentía tan débil que casi tenfa que andar a gatas, luego la inflamación fue cediendo y quince días más tarde, con ocasión de una nueva visita a la enfermería, el médico SS nos preguntó si todavía nos dolía; al contestarle que no, nos dio un par de bofetadas y nos echó de allí. Así finalizaba una nueva aventura, pero de los treinta hombres que habían sido sometidos a ese experimento, no quedamos más que siete. Tal hecho aconteció en abril de 1942.

Unos meses más tarde, un grupo que trabajaba en la cantera y del que formaban parte algunos españoles fue llevado al barracón 16, del que estaba prohibido salir, a no ser para integrarse al trabajo de su kommando. La ración cotidiana consistía en tres litros de una papilla de cebada, con exclusión de cualquier otro alimento. Cada sábado, eran examinados y pesados; al cabo de tres semanas de ese régimen, estaban hinchados y habían perdido sus fuerzas.


… El barracón 20, una vez más convertido en vertedero de enfermos, tuvo nuevamente que ser limpiado de ocupantes, pues faltaba sitio para alojar un nuevo convoy de deportados. El médico SS se presentó, hizo que se quitasen la camisa los que ahí se encontraban y trazó sobre sus torsos con un lápiz tinta las letras TBS (tuberculosis). Al día siguiente por la mañana, con una temperatura de 201 bajo cero, todo el mundo salió desnudo para dirigirse al barracón 5 donde se hallaba instalada la enfermería. Entraban en ésta, uno por uno. El médico SS y dos enfermeros les ponian una inyección en el brazo izquierdo: era una inyección de gasolina que ocasionaba la muerte al cabo de unos segundos. En un tiempo récord, el barracón 20 quedó listo para recibir a la nueva hornada de presos".
Fuente:Triángulo Azul. Los republicanos españoles en Mauthausen.


En el video Marcelino nos cuenta los experimentos (a partir del minuto 28).



Marcelino Bilbao ya descansa en paz y a nosotros nos corresponde mantener viva la memoria de todas las víctimas del Holocausto.