"60.000 Marcos es lo que nos cuesta este discapacitado a lo largo de su vida. Este dinero es tambien vuestro”.



Este blog quiere ser un medio de información y sensibilización para todos los profesionales de la salud y cualquier persona interesada en los desmanes realizados por médicos y otros profesionales durante la era nazi.




domingo, 8 de enero de 2017

Madrileños asesinados por los nazis en el castillo de Hartheim (Austria)

Como hemos comentado varias veces en este blog, el nazismo con la colaboración entusiasta de algunos médicos y enfermeras llevó a cabo el asesinato planificado de las personas con discapacidades de Alemania y Austria.

Entre 1939 y 1941 se asesinaron a 70273 personas en cámaras de gas camufladas como duchas y ubicadas en seis centros de exterminio, también camuflados como hospitales.

Hartheim en Austria, fue uno de ellos. Entre los casi 20000 asesinados allí había 433 españoles procedentes del cercano campo nazi de Mauthausen y de ellos 21 eran madrileños.



Los médicos nazis visitaban los campos de concentración y seleccionaban a los prisioneros que estaban en peor estado merced al frío, hambre, enfermedad, y los enviaban a los centros de exterminio dónde corrían la misma suerte que las personas discapacitadas.



Esto fue el prólogo y el ensayo del asesinato masivo de los judíos de Europa en los campos de la muerte de la Polonia ocupada por los nazis.

Ahora que se oye la posibilidad de colocar placas en las calles de Madrid que recuerden el lugar dónde vivieron las victimas madrileñas del nazismo, hay que recordar que algunos de nuestros vecinos murieron en cámaras de gas y que compartieron su triste final con los discapacitados alemanes y austriacos. Esta circunstancia ha de constar en las Stolpersteine. Es algo más que une a los madrileños con todas las víctimas del Holocausto.

Para los nazis todos eran "cosas sin valor". No permitamos que sus nombres caigan en el olvido.

Esta es la relación de los madrileños asesinados en Hartheim. La fuente es la web en recuerdo de, y el archivo del Ministerio de Cultura sobre los deportados republicanos españoles a los campos nazis.

Asiain Martín, Luis
Bertol García, Miguel
Boluda Ferrero, Francisco
Camons Portilla, Eduardo
Castañeda del Pozo, Manuel
Diaz Clemente, Pedro
Díaz Hernández, Bautista
Femenia Márquez, Miguel
Garnacho Vega, Antonio
González García, Valentín
Hernández Lanzadera, Francisco
Hidalgo Cerrillo, Julio
Humera López, Fernando
Luna Núñez, Emilio
Martínez Barona, Enrique
Pérez Gómez, Fernando
Pérez Iglesias, Antonio
Salvadores Verdasco, Manuel
San José Martín, Angel
Silva Suárez, José
Tornero Castaño, Teodoro.


martes, 3 de enero de 2017

Stolpersteine ¿en Madrid?

Hoy aparece en la prensa una noticia que habla acerca de la posibilidad de la instalación masiva en Madrid de Stolpersteine.

Las Stolpersteine, piedras que hacen tropezar, recuerdan a todas las víctimas del nazismo. Se colocan en la puerta del lugar donde vivían esas personas. Es una forma de recordar y de poner nombre a las cifras, a las estadísticas.



Son unos pequeños adoquines, que quieren hacer llamar la atención a los viandantes para que recuerden a aquella persona que fue víctima del nazismo.

Con esta iniciativa se recuerda a todos los perseguidos y asesinados por ese régimen criminal: opositores politicos, homosexuales, gitanos, judíos, discapacitados, resistentes y deportados.

Entre los 550 madrileños deportados a los campos nazis, hubo 21 que fueron asesinados en la cámara de gas del castillo de Hartheim, lugar dónde se exterminaba a las personas con discapacidades físicas y psíiquicas. No sólo se asesinó a los discapacitados sino a los prisioneros de los cercanos campos nazis que ya no estaban en condiciones de seguir siendo mano de obra esclava. Este sistema criminal de selección, traslado, y asesinato fue el preludio de los crímenes llevados a cabo de los campos de exterminio en la Polonia ocupada por los nazis (Auschwitz, Treblinka, Sobibor, Majdanek) y los médicos nazis eran quienes controlaban todas las fases del crimen.






Otra conexión más con nuestro pasado como europeos, madrileños y con todas las víctimas del nazismo.

España si quiere dejar de ser una anomalía histórica en el recuerdo de las víctimas del nazismo y del Holocausto debe incorporarse plenamente a esta iniciativa europea.

España ha de elaborar de una vez por todas un "discurso de Estado" en relación con el nazismo y el Holocausto.

Las instituciones que vayan a implicarse en esta ardua tarea y las que vayan a trabajar en la colocación de las Stolpersteine han de hacerlo con respeto, con tranquilidad, contando con los familiares, y las asociaciones que llevan trabajando en estos temas desde siempre, caso de la Amical de Mauthausen.

Y sobre todo han de hacerlo con pedagogía, explicando una y otra vez los hechos, recordando hasta la extenuación que hubo españoles deportados en la práctica totalidad de los campos nazis, que sufrieron hambre, trabajo forzado, enfermedades, castigos, experimentos médicos y que muchos fueron asesinados.

Ha de ser una ocasión, si se hacen bien las cosas, de normalizarnos con otros países europeos, de poner cara a la Historia, de recordar que los españoles también fueron víctimas del nazismo, de dejarse de discursos románticos y de empezar  a llamar a las cosas por su nombre.

Ya no serán sólo los Rotspanier (rojos españoles) serán Hijos de España, como fueron llamados por el Rey de España.

Esperamos también que nadie se escandalice por querer recordar a los asesinados por los nazis. En Europa es un discurso común homenajear a todas las víctimas de los crimenes nazis y nadie lo discute.

¿Seguirá siendo España una anomalía europea?


Ciertamente no hay que abrir heridas, pero antes hay que intentar por todos los medios, cerrar todas las que sigan abiertas.