Las guerras y todo tipo de conflictos destapan siempre lo mejor y lo peor de las personas, y los médicos no podían ser menos. En este blog se analiza el papel que jugaron muchos médicos durante el nazismo poniendo de manifiesto que la maldad humana no tiene límites. Con el apoyo entusiasta de los médicos en la Alemania nazi, se esterilizó a deficientes, se asesinó a enfermos, y a todos los que podían ser inútiles (judíos, eslavos, enfermos, opositores politicos, homosexuales, gitanos...) y podrían hacer que degenerara la raza.
No obstante el ingenio y los conocimientos médicos siempre han servido y servirán para salvar vidas.
Los nazis consideraban a los judíos como portadores de enfermedades infecciosas y como generadores de las mismas. De ahí el interés en aislar, confinar, limpiar (términos médicos que encubrían el eufemismo de la exterminación total). También había otros colectivos de los que se pensaba era la máxima degradación humana además de los judíos: capitalistas, y comunistas.
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A través del microscopio se ven gérmenes: judíos, capitalistas ($, libra) y comunistas |
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Judío siempre portador de tifus |
En un campo de concentración o trabajo, la mínima sospecha de un caso de tifus podría llevar a la muerte a un barracón entero de cautivos. Dos médicos polacos al comprobar el pánico que tenían los nazis al tifus decidieron engañarles con el fin de salvar la vida de los judíos en un pueblo llamado
Rozvadow . Se conoce en Medicina como reacción de Weil-Felix, el falso positivo al tifus que puede dar la sangre de pacientes infectados por otra bacteria, el proteus OX-19. Dicho de otra forma, ser portador de una bacteria a veces inocua, el
proteus, hace parecer que una persona esté enferma de tifus, pero sin estarlo, ya que los análisis de sangre dan positivo aunque no se esté enfermo de tifus.
Los doctores Eugenisusz Lazowski y Stanislav Matulewicz inoculaban el proteus OX-19, luego hacían análisis del tifus y le enseñaban los informes a los nazis, los cuales a la vista de los mismos, se mantenían a distancia del pueblo. Lo chocante era que había demasiados enfermos de tifus y pocas defunciones.
Evidentemente se plantea un problema ético. Ambos médicos inoculaban una bacteria, que aunque pudiera ser inocua en ciertas condiciones en otras no lo es. Asimismo engañaban a las personas ya que no les decían lo que les estaban inyectando. Según se refiere en el siguiente
artículo del British Medical Journal, además ambos doctores fueron capaces de engañar a una comisión de médicos nazis que acudió a comprobar la discordancia entre un gran número de casos de tifus y una mortalidad excesivamente baja.
Gracias al ingenio de ambos pudieron salvarse en torno a 8000 personas.
"Yo no era capaz de pelear con un arma o con una espada, pero encontré una forma de asustar a los alemanes’’ Dr. E.Lazowski (1.913-2006)
"Quien salva una vida, salva al mundo" (Talmúd)