El autor de la iniciativa fue el artista alemán Gunter Demnig. Las piezas se construyen manualmente, una a una, para resaltar la personificación de las víctimas, ya que la matanza de todas las víctimas del nazismo era un proceso totalmente industrial.
Las piedras con la placa dorada se incrustan en el suelo, pero un poco por encima del nivel del mismo, para que el viandante "tropiece...mire...y recuerde a sus vecinos". Según Demnig y recordando al Talmud: "Una persona sólo es olvidada cuando se olvida su nombre". Hay más de 45000 placas repartidas por toda Europa.
Toda una lección para el recuerdo de las víctimas. Toda una lección desde Alemania para aquellos países que niegan y reniegan del pasado y permiten que no sólo haya víctimas no recordadas sino que miles de ellas sigan en las cunetas. En España no sólo no se recuerda a los desaparecidos sino que se ensalza a los perpetradores.
Paseando hace poco por una ciudad cercana a Frankfurt, en una calle principal paralela a la del hospital tropecé con muchas Stolpersteine. Hoy en día la calle alberga a una multitud de consultas médicas. El cercano hospital ya estaba allí en el siglo XIX. A buen seguro alguna placa correspondería a algún médico judío u opositor al nazismo.
En Berlín hay también muchas Stolpersteine. Querría detenerme en la del Dr. Julius Moses (Posen 1868-Campo de Theresiendstadt, República Checa 1942), médico, diputado, socialdemócrata y judío. Fue un verdadero reformista social proponiendo leyes que mejoraran la salud reproductiva de las mujeres trabajadoras y su acceso a métodos contraceptivos. Propuso también la reducción de horas de trabajo para las mujeres embarazadas, descanso tras el parto, y otras medidas sociales en el lugar de trabajo.
Dr. Julius Moses |
El Dr. Julius Moses también es conocido por ser uno de los inspiradores de los códigos éticos para la protección de las personas que participan en investigaciones médicas. Tras el escándalo protagonizado por Albert Neisser (conocido por ser el descubridor de la bacteria productora de la gonorrea y porque inoculó suero con sifilis a prostitutas para ver la evolución de la enfermedad, por supuesto sin decirle nada a las pacientes) se aprobaron en 1900 unas Directrices para la Investigación. Estas normas para su época fueron muy avanzadas (consentimiento informado, prohibición de investigar con niños, necesidad de un responsable médico, mantenimiento de sistemas de información).
Un nuevo escándalo en 1930 cuyas víctimas mortales fueron precisamente 70 niños que fueron inoculados con vacuna BCG, y que Moses denominó la Danza de la Muerte de Lübeck, aludiendo al retablo de la Catedral de Lübeck produjo que en 1931 se aprobara una nueva ley para la protección de las personas. Esta ley todavía tenía más garantias que la de 1900. Entre otras contenía las siguientes instrucciones:
"Los experimentos deben hacerse acuerdo con los principios de la Etica Médica y seguir las reglas del arte y ciencia médicas. Los riesgos deben sopesarse respecto a los beneficios. Debe haber experiencias previas en animales. Se debe tener un cuidado especial en menores de 18 años y si se usan microorganismos vivos. Debe haber consentimiento del sujeto, previa explicación, salvo situaciones urgentes. No hay que aprovecharse de personas desfavorecidas. No hay que experimentar en moribundos. El investigador ha de ser competente.La publicación de los resultados debe respetar la dignidad del paciente y los mandatos de la Humanidad".
Esta ley siguió vigente durante el nazismo, pero claramente no sirvió para parar las atrocidades cometidas por los médicos nazis en nombre de la Ciencia.
Se cree que estas leyes fueron el germen del Código de Nüremberg del cual emana toda la doctrina sobre la experimentación con seres humanos.
El Dr. Moses con una gran clarividencia avisa ya en 1932 de lo que iba a suceder con la Medicina alemana el día que llegaran los nazis al poder:
“Todo
lo que ha sido considerado hasta ahora como el supremo precepto de la Medicina
no será considerado como tal por los nazis. En su deseo de hacer una guerra
contra los que “no tienen valor ni esperanza” y deshacerse de ellos, estos
pacientes tendrán pocas posibilidades de salvarse, serán destinados a la
aniquilación, y el médico será elegido para esta tarea. El médico llegará a ser
un asesino”. Der Kassenartz
(1932)
Se incluye un video sobre el proceso de colocación de las Stolpersteine.
El siguiente video trata también de las Stolpersteine, las piedras que hacen tropezar y ..... RECORDAR.