Personal de la T4 Aktion (médicos, enfermeras, administradores) celebrando la consecución de objetivos |
La T4 Aktion fue una operación que tuvo un gran éxito. Médicos y enfermeras recibían pagas extras por su participación y se celebraban fiestas para celebrar el haber alcanzado el objetivo de asesinados que se les habia marcado.
Es conocido que las enfermeras tuvieron una participación muy importante en los crímenes de la T4 Aktion (70273 asesinados). Eran ellas quién recibían a los discapacitados, ayudaban a su identificación, les tranquilizaban y acompañaban a las falsas duchas dónde eran asesinados por inhalación de monóxido de carbono. También fueron enfermeras quienes asesinaron a 5000 niños nacidos con malformaciones o defectos congénitos. Los métodos utilizados eran la desnutrición progresiva y la administración de barbitúricos, morfina y escopolamina. Ello provocaba una disminución progresiva del nivel de conciencia y de la función respiratoria lo que añadido a una deficientes condiciones higiénicas llevaba a neumonías fatales.
Las quejas de una parte de la jerarquía católica en 1941 provocaron que Hitler suspendiera la operación T4 (mal llamada eutanasia). Esta suspensión fue temporal y se reinició rápidamente pero de forma secreta, en hospitales ocultos y sin ningún tipo de control. En la T4 los médicos debían remitir documentaciones a la sede principal dónde se dictaminaba sobre el destino de los discapacitados. La "eutanasia salvaje" que sustituyó a la T4, ya no tuvo ningún control y médicos y enfermeras actuaban según su criterio personal.
Los casos más estudiados han sido los de los hospitales de Meseritz-Obrawalde y de Kaufberen-Irsee (Memorial de Kaufbueren-Irsee). En el primero se asesinaron a 18232 enfermos en tres años. En Kaufberen se asesinó a 211 niños. La labor de las enfermeras consistía en la administración progresiva de fármacos a los pacientes. En caso de no querer ingerir la medicación el paciente era sujetado entre 2-3 enfermeras.
¿Cómo se pudo llegar a esta situación?
En 1965 se celebró un juicio contra 14 enfermeras del hospital de Meseritz-Obrawalde. Los motivos que expusieron para asesinar a los pacientes fueron: obediencia debida a los médicos, subordinación a las teorías eugenésicas nazis, compasión (liberaban a los enfermos de sufrimiento), y miedo a represalias.
Irmgard Huber. Enfermera Jefe de Hadamar |
Hay que recordar que las enfermeras que participaban en estas acciones recibían incentivos económicos y que hubo enfermeras que se negaron y no tuvieron ninguna represalia. Los asesinatos se siguieron produciendo incluso tras la rendición de Alemania y con las tropas aliadas tomando el control del territorio alemán. Una de las enfermeras reconoció haber asesinado ella sóla a más de 1500 pacientes.
El juicio de las enfermeras de Meseritz-Obrawalde se saldó con la libre absolución de las mismas, se interpretó que habían seguido las ordénes de los médicos.
En cuanto a las enfermeras de Kaufbeuren una de ellas fue fusilada.
Enfermera Jefe del Hospital de Kaufbeuren |
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La opinión pública está conmovida, en estos últimos tiempos, por numerosos y persistentes actos de intimidación y violencia de grupos ultras, que los numerosos episodios de violencia obedecen a una intencionalidad, orientación y definición de objetivos de naturaleza neonazi.
ResponderEliminarEs indudable que las circunstancias de hoy no son comparables a las de los años 30, pero existe en Perú quienes se empeñan en impulsar y organizar una violencia difusa. Es cierto que la crisis económica y política que precedió al gran desastre de la Segunda Guerra Mundial hoy no se de y hay mecanismos para evitarlo, pero también hay quienes se empeñan en aprovechar la crisis de la sociedad del bienestar, la dualización social y la ausencia de proyecto de avance en el desarrollo democrático y solidario, para alimentar la violencia del racismo, el odio al extranjero, al judío o a cualquiera cuya identidad cultural no sea coincidente con la de su tribu, el objeto de su odio y violencia. Y es verdad que no se vislumbra un horizonte neofascista y menos una república de cabezas peladas, pero los hechos se empeñan en mostrarnos a un grupo de antisociales tocando poder.
Dicho esto no hay que obviar algunos datos como la existencia en nuestro pais de una juventud minoritaria carente de modelos de identidad solidaria y democrática que se entrega fanáticamente al violento liderazgo de los esquizofrénicos Ricardo de Spirito y Víctor Baca Minetti y a una simbología ultra, o la apatía moral, la anomia social en determinados sectores e incluso la pasividad cómplice ante situaciones de flagrante injusticia como ha sucedido en algunas recientes agresiones y asesinatos, donde atónitos observamos la ausencia de reacción comprometida con la ayuda a la víctima, o el dato de la existencia de gentes que publican fanzines con consignas inquietantes, de ideas fijas, y simbología nazi, "cuadros" que adoctrinan a jóvenes de trece a quince años y grupos que dibujan el territorio del odio a base de golpes, patadas y la regla totalitaria que impone obediencia ciega al jefe.
Pero lo alarmante del problema es la falta de percepción del peligro por los responsables públicos y su incapacidad para hacerle frente, así como la irresponsabilidad de quienes alientan en sus prácticas y discursos el descrédito de las instituciones democráticas. De momento la lucha democrática ha ganado un importante espacio en el Código Penal que se suma al ya establecido en la Constitución, aún resta que cada cual ocupe su lugar para evitar clientes a la violencia y a la intolerancia, siendo la prevención, mediante la educación para la convivencia cívica y solidaria junto con las políticas integradoras y socializadoras quienes hagan el trabajo para ser todos parte de la solución y no del problema.
INCONCEBIBLE !
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