El pasado 13 de abril falleció Neus Catalá, sobreviviente del campo de Ravensbruck.
Neus Catalá, enfermera, cruzó a Francia en los momentos finales de la Guerra de España en 1939, como cuidadora de un grupo de niños. Tras la invasión alemana en 1940, Neus se incorporó a la Resistencia Francesa.
Tras ser detenida por los nazis fue llevada al campo de concentración de Ravesnbrück, un campo construido especialmente para mujeres prisioneras políticas.
Allí según nos cuenta en su libro "De la resistencia y la deportación. 50 testimonios de mujeres españolas" fue victima de crueles exploraciones ginecológicas y recibió inyecciones por parte de los médicos nazis con el fin de no tener la regla y así ser más productiva. Conoció a las prisioneras polacas a la que los médicos nazis extirparon huesos y tendones e infectaron artificialmente las heridas para experimentar los mejores métodos de curación.
De Ravensbrück fue llevada a una fábrica de armas en Checoslovaquia dónde hizo todo lo posible por sabotear la producción.
Siempre fue un ejemplo de luchadora feminista y antifascista.
España, como país europeo ya que el Holocausto es un hecho que sucedió en Europa ha de construir su propio relato sobre el Holocausto y la lucha contra el nazismo. Neus Catalá, al igual que los 10000 deportados republicanos españoles a los campos nazis, la participación de los españoles en la Resistencia Francesa y el ejemplo de los diplomáticos españoles que salvaron, aún en contra del gobierno franquista, a miles de judíos, ha de formar parte de ese relato tan necesario.
jueves, 18 de abril de 2019
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