Uno de los agentes más preocupantes para los nazis fue el tabaco y sobre todo su relación con el cáncer de pulmón. Puede resultar cuanto menos sorprendente que en contra de lo que se ha creído durante años los verdaderos descubridores de la relación entre tabaco y cáncer de pulmón fueron dos investigadores, Schairer y Schoninger, (Schairer E, Schöniger E. (2001) Lung cancer ant tobacco consumption. Int. J. Epidemiol. 30, 24-27), quienes en 1943 publicaron una investigación epidemiológica en la que pusieron en relación el hábito tabáquico y los tumores de pulmón y de vias respiratorias. Años antes se habia estudiado la distribución de los cánceres en hombres y en mujeres y su relacíón con el tabaco.
Estas investigaciones se llevaron a cabo en el Instituto Cientifico para la investigación de los riesgos del tabaco, centro creado gracias al empeño personal del propio Hitler que contribuyó con fondos de su propio bolsillo.
En centros de investigación como Jena se realizaron estudios sobre el tabaco, e inducción experimental de tumores mediante la aplicación de benzopireno. Asimismo en Alemania se descubrió la relación entre tabaco y enfermedades coronarias, así como hábito tabaquico en gestantes y riesgos para sus descendientes.
Cada cigarrillo es un disparo a tu corazón |
Este movimiento antitabaco se vió favorecido por la multitud de prohibiciones así como por la propaganda. Existía un periodico llamado Reine Luft (Aire puro) con imagenes sobre el tabaco y las enfermedades que producía, imagenes éstas que merecen un análisis.
En las imagenes se observa como se identifica degeneración con tabaco, judíos, intelectuales, y negros. Se aprecia como el tabaco puede arruinar además de la salud del pueblo, la raza y la fuerza de trabajo.
El establecimiento de políticas de salud que regulan comportamientos individuales demostrados como perjudiciales para todos, no es una postura totalitaria, aunque sí lo podría ser cuando esas medidas son excluyentes, se utilizan para la mejora de una “raza” y no para salud de todos.
Ciertas actitudes en las estrategias de salud pública de la Alemania nazi eran contradictorias. Por un lado se abogaba por la limitación de las radiaciones para evitar alteraciones genéticas y por otro se sometía a las personas a campañas de fotoseriación masiva con el fin de detectar enfermedades pulmonares. Por un lado se prohibía el tabaco y por otro se mantenía su consumo para evitar descontento social, y no perder ingresos forma de impuestos.
La salud pública en la Alemania nazi era adelantada con acciones en materia de prevención y promoción de la salud absolutamente vigentes hoy en día. El problema es que todos esos conocimientos y acciones no estaban destinados a la mejora de la salud de toda la sociedad, sino a favorecer a algunos y a eliminar a otros que no eran considerados ni personas. ¿Se hubiera desarrollado la salud pública y la medicina si los fines de las mismas no hubieran sido acordes con las ideas de un estado totalitario? ¿Fueron unas medidas acertadas en manos equivocadas? ¿Se habría desarrollado una investigación tan sofisticada sobre las relaciones entre tóxicos y enfermedad si no quisiera limpiar la raza de todo tipo de contaminantes (gérmenes, radiaciones, carcinógenos, tóxicos como alcohol y tabaco, judíos, gitanos, negros, mestizos, homosexuales, lesbianas, opositores, eslavos, comunistas….)? ¿Puede desarrollarse una investigación científica de calidad en un estado totalitario?
Prohibición de fumar en las oficinas del Partido nazi. Observese los rasgos negroides de la vitola del puro. |
El tabaco arruina la salud, la raza y la fuerza de trabajo. |
No esta mal tu blog. En Inglaterra la tele está todo el santo día poniendo documentales sobre la guerra y lo malos que eran los nazis. Y andaba yo un poco cansado del tema. Pero en este blog no hablas sólo de matanzas sino que hay alguna que otra idea en circulación. Además buen diseño, oyes.
ResponderEliminarLuis