Hoy en día el comic es considerado como un arte más y probablemente sea un medio para acercarse a las generaciones más jóvenes y transmitirles algo tan necesario como el conocimiento de lo sucedido en el Holocausto.
La obra cumbre en comic sobre el Holocausto es Maus, del dibujante Art Spiegelman. Spiegelman era hijo de un sobreviviente. Como la mayoría de sobrevivientes no hablaba de lo que había sufrido. Siempre sobre este tema se ha visto una cierta conspiración de silencio: los hijos no preguntan a los padres para no hacerles sufrir y éstos no cuentan nada a sus hijos por la misma razón.
Hasta que llega un día en el que comienzan a hablar.
El que escribe este blog no es un experto en comics, pero entiende que nadie puede declararse indiferente a imágenes como las de Maus. La historia fue publicada por entregas a partir de 1980. La lista de premios recibidos por Spiegelman es verdaderamente impresionante.
Tuvo el acierto de representar a los personajes como animales humanizados. Los judíos son ratones, los nazis son gatos y los judíos polacos. El dolor, los gritos, el sufrimiento, no es menor aunque las victimas estén representadas por animales.
Otro comic que merece la pena comentar es: La hija de Mendel, de Martin Lemelman. En este caso se ilustra la vida de un grupo de judios en Polonia, que ha de ocultarse durante años en una fosa dentro de un bosque, saliendo solo para poder conseguir comida. Vemos en ese comic todas las medidas excluyentes, el asesinato, los Einsatzgruppen. Como en otras ocasiones fue la madre del dibujante quién un dia decidió comenzar a hablar, y Lemelman grabó en video todos sus testimonios. El resultado, otra obra de arte.
Otro comic muy interesante es: Secreto de familia cuyo autor es Eric Heuvel. Tiene el mismo estilo (escuela de Tintín-Hergé) que otro comic, La búsqueda, que hemos contestado en este blog. Cuenta la historia de dos chicas en Holanda que se hacen muy buenas amigas. Una de ellas es judía, ha huido de Alemania y con su familia ha llagado a vivir a Holanda. La otra es una joven holandesa. La historia tiene todos los actores de las grandes tragedias humanas: victimas, perpetradores y testigos. Los dibujos son maravillosos y la historia sobrecogedora. Los sobrevivientes al final consiguen crear una nueva vida en Estados Unidos o Israel.
Por último vamos a recordar el trabajo de Michel Kichka, dibujante belga e hijo de sobrevivientes del Holocausto. Kichka con mucha gracia y bastante amargura se queja de un padre que para otros era un héroe pero que se ocupaba poco de sus hijos.
El comic es otra forma de expresión y como tal sufre las mismas agresiones por parte de todos los intolerantes. Nuestro recuerdo para Charlie Hebdo.
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