A veces la vida da sorpresas. Un día de verano cualquiera, estás de vacaciones en Venecia y has reservado un alojamiento.
Venecia, llena de gente llegada de todos los lugares del mundo, cruceros cargados de turistas, ajetreo, prisa, maletas, fotografías a los edificios, selfies.
Pero de repente alguien te dice: mira al suelo, en la puerta del hotel hay unas placas doradas, y tú sabes que son unas Stolpersteine, que son las piedras que te hacen tropezar, recordar y pensar.
Venecia acoge 15 Stolpersteine, pertenecientes a tres familias judías: los Segré, los Vivante y los Mariani.
Las Stolpersteine, son una iniciativa del escultor alemán Günter Demnig, que trata de recordar a las victimas del nazismo, colocando una placa dorada en el lugar dónde esas personas vivían o trabajaban.
Estas acciones de recuerdo se realizan por iniciativa de entidades cívicas o de las propias familias. Es el mismo escultor quién elabora a mano y una a una las placas, y es el mismo Demnig quién se desplaza a instalar las placas tras una sencilla ceremonia de recuerdo. Ya hay 50000 Stolpersteine colocadas en toda Europa.
En otras ocasiones nos hemos referido en este blog a las Stolpersteine, así como a las primeras de ellas que se instalaron en España.
Si en torno a 10000 españoles fueron victimas del nazismo, ¿a que estamos esperando para homenajear y recordar estas victimas poniendo otras tantas Stolpersteine? Seria una forma de homologar el pasado trágico y reciente de España con el de otros países europeos.
Toda una experiencia poder pasar una noche en el lugar dónde vivía una familia como la nuestra, con sus deseos, con sus ilusiones, que un día fueron arrrestados por lo que eran, no por lo que hacian o tenían, que fueron llevados en un tren de ganado a un lugar desconocido llamado Auschwitz, y dónde fueron asesinados.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario