"60.000 Marcos es lo que nos cuesta este discapacitado a lo largo de su vida. Este dinero es tambien vuestro”.



Este blog quiere ser un medio de información y sensibilización para todos los profesionales de la salud y cualquier persona interesada en los desmanes realizados por médicos y otros profesionales durante la era nazi.




jueves, 26 de enero de 2012

Dia del Holocausto 2012. Y sigo viendo sus caras.

Hoy, 26 de enero, se conmemora el Día de la Memoria del Holocausto y de la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad. Tal día como hoy el ejército soviético liberó el campo de Auschwitz dónde más de un millón y medio de personas: judíos, prisioneros de guerra, deportados, y opositores al nazismo fueron asesinados. Con este motivo se están celebrando muchos actos conmemorativos y exposiciones.

Querría llamar la atención acerca de una exposición de fotos que se exponen en la sede de Casa Sefarad en Madrid (Palacio de Cañete, C/ Mayor, 69). Se trata de la exposición: Y sigo viendo sus rostros. Fotografías de judíos polacos. En ella vemos grandes fotos de una sociedad rica en tradiciones con gentes humildes y gentes acomodadas. Niños que jugaban, reían, padres y madres que tomaban el sol, coros, grupos juveniles, mendigos, rabinos.




Esas fotos nos miran y nos interrogan y nos hablan de una sociedad que desapareció. La mayoría de esas personas fueron exterminadas en el Holocausto, ya fuera en los campos de la muerte, en las fosas dónde fueron asesinados a balazos por los nazis o en los guetos dónde aquella muerte llegaba a través del frío, el hambre, las enfermedades, el aislamiento o la desesperanza.


Me impresionaron sobre todos dos fotos. En una de ellas Regina Taube posa rodeada de sus seis hijos en su pueblo (shtetl). Los niños están descalzos, visten sus ropas humildes…¿estos eran los enemigos del III Reich? Fueron todos asesinados a balazos. ¿Qué peligro podían suponer esos niños para la nación alemana? ¿Qué peligro podían suponer los mendigos que se ven en las fotos? ¿Eran éstos judíos los dueños del mundo que con su codicia acaparaban todos los bienes?


Regina Taube con sus hijos

En aldeas como en las que vivía Regina Taube no quedó nadie, todos los judíos fueron asesinados a balazos o llevados a los campos.

Otra foto me impresionó. Era un fragmento chiquitito, sólo se veía a una mujer. La foto estaba arrugada y deteriorada. Esa foto era todo lo que tenía Zahava Bromberg, la hija de la mujer de la imagen. Sólo le quedaba de su vida anterior la foto de su madre. Los nazis se lo habían quitado todo. Día tras día en Auschwitz, escapando de la muerte y de los experimentos de Mengele, escondía la foto en la boca, en el calzado de madera, y cuando podía seguro que la contemplaba: era su madre, era su foto y su recuerdo, no tenía otra cosa.

Deborah Goldstein Rosen


Todos los que nos miran desde las fotos nos dicen: tenemos nombre, tuvimos una vida, tuvimos un antes y no nos dejaron tener un después. Miranos, acuerdate, diselo a los otros y luchad porque lo que nos hicieron no se lo hagan nunca a nadie. Rebelaos.

domingo, 30 de octubre de 2011

Un buen libro sobre el Holocausto

Del Holocausto, se habla, se oye, se ven películas, pero es muy difícil hacerse una verdadera historia de aquella tragedia.
Afortunadamente ya hay mucha bibliografía en castellano y es posible acceder a libros de calidad escritos tanto por españoles como por extranjeros.
En esta ocasión recomiendo encarecidamente este libro: De esto contaréis a vuestros hijos. Está escrito en español y se puede descargar libremente (ver abajo).
La información está expuesta con sencillez y brevedad, pero en nada está exenta de rigor.
Aborda todos los temas relacionados con el nazismo: ideología, antecedentes, propaganda, y políticas de exterminio.

Un ejemplo de perversión es el juego "Juden Raus". Era una especie de parchis mediante el cual se intentaba expulsar del tablero a los judíos. Incluso las fichas tenían aspecto de judíos, según el imaginario nazi: nariz ganchuda, gorro de forma cónica. Los libros infantiles tenían relatos y cuentos que hablaban de la maldad de los judíos, y decían a los niños que al igual que hay setas atractivas pero perjudiciales, hay seres (judíos) que son un hongo venenos, de ahí el título del libro: El hongo venenoso. Este libro fue editado desde la editorial del periodico más antisemita de Alemania: Der Stürmer, dirigido por Julius Streicher, posteriormente juzgado y condenado en los Juicios de Nüremberg. ¿Que sociedad se podía esperar de aquella propaganda machacona y reiterativa que culpaba de todos los males a los otros: judíos, gitanos, enfermos, opositores políticos....?

Inga va al médico judío
Miradles y reconocedles por su naríz ganchuda

 El libro dedica algo más de atención a los países nórdicos, más concretamente Suecia, ya que la organización que patrocinó el libro es un organismo gubernamental sueco dedicado a la enseñanza y mantenimiento de la Memoria, así como la lucha contra todos los prejuicios e intolerancias que aquejan a nuestras sociedades: antisemitismo, antigitanismo, xenofobia y racismo.

 

martes, 25 de octubre de 2011

La farmacia del gueto de Cracovia. Tadeusz Pankiewicz.

En otras ocasiones en este blog hemos hablado sobre personas que ante la barbarie y el sufrimiento de otros no permanecieron impasibles y adoptaron un papel de salvador o rescatador a costa de sus propias vidas.  

Hoy vamos a contar la historia de Tadeus Pankiewicz, farmacéutico de Cracovia. El fue el único habitante no judío del gueto de Cracovia, Podgorze. Regentaba la farmacia conocida como: La Farmacia del Aguila, ubicada en la Plac Zgody que era el lugar desde donde salían los transportes de los judíos hacia los campos de exterminio.  En el gueto los nazis confinaron a 17.000 judíos entre 1941 y 1943.





La farmacia de El Aguila, era el único lugar del gueto en el que se podía obtener información del exterior.  Asimismo era un punto de reunión de los  resistentes judíos del gueto y los partisanos del ejército polaco deliberación.  
Tadeusz Pankiewicz en la puerta de la farmacia

Pankiewicz suministró comida a los judíos del gueto, prestó cuidados médicos  y ayudó a muchos a escapar a través de un falso tabique que comunicaba la farmacia con el gueto.
En 1947 Pankiewicz publicó sus memorias: La Farmacia del Gueto de Cracovia,  donde relata el papel jugado por la farmacia en aquellos trágicos días. Siguió trabajando hasta 1953, falleciendo en 1993.
En 2003 se inauguró un museo dentro de la farmacia, que es visita obligada para todos los que se acercan al gueto de Cracovia y a la cercana fábrica de Oskar Schindler, convertida también en  otro magnífico museo.
Muchas escenas de la película La lista de Schindler transcurren en Cracovia y en este gueto. 

Hay una momento muy dramático que permite aproximarse al cambio psicológico sufrido por el protagonista de la película y a partir del cual decide ayudar a los judíos. Mientras monta a caballo en compañía de una de sus amantes, presencia desde un cerro, muy cerca de la farmacia de Pankiewicz, cómo los nazis expulsan a los judíos del gueto con destino a los campos de trabajo o exterminio. Ve a una niña con un vestido rojo y le conmueve. La ve como un ser humano, no como una masa. Es en ese momento decisivo:  cuando se ve al otro como a una persona, cuando los “testigos” pasan a ser salvadores o rescatadores. 


Ambos, Tadesuz Pankiewicz y Oskar Schindler, fueron nombrados Justos entre las Naciones
Muro del gueto de Cracovia

sábado, 24 de septiembre de 2011

70º Aniversario de la utilización del Zyklon B en Auschwitz

El pasado 3 de septiembre se ha cumplido el 70º aniversario del inicio de los asesinatos mediante el gas Zyklon B en el campo de Auschwitz.

La experiencia alcanzada en la T4 Aktion (asesinato medicamente supervisado de enfermos y discapacitados) fue determinante. Mediante la inhalación de monóxido de carbono se asesinaron a 70273 enfermos. 

Asimismo se comprobó que las acciones de los Einsatzgrüpppen (escuadrones de la muerte que iban pueblo por pueblo de Polonia, Ucrania, Bielorrusia y los países bálticos fusilando a balazos a judíos, gitanos y opositores), eran lentas, poco efectivas y podrían producir algún tipo de repercusión psicológica en los asesinos.

El gas ofrecía todas las ventajas: rapidez, eficiencia, anonimato, distancia entre víctima y perpetrador. En la T4 se había utilizado monóxido de Carbono, en el exterminio masivo se experimento con ácido prúsico o cianhídrico (Zyklon B) utilizado como insecticida. Que mejor agente para matar a subhumanos, y parásitos (según la ideología nazi) que un insecticida.

El Zyklon B fue fabricado por dos empresas subsidiarias de la IG Farben (Tesch y Degesch). La fabricación de dicho gas llegó a constituir el 75% de todo el negocio de la Degesch. Todas estas empresas dispusieron de mano de obra esclava, y de sujetos para la experimentación. 


El 3 de septiembre de 1941 los nazis seleccionaron a 600 soviéticos prisioneros de guerra y a 250 prisioneros polacos enfermos. Fueron llevados al Bloque 11, que era utilizado como prisión, y allí tras introducirles en unas celdas, se depositó partículas de Zyklon B por las aberturas. Se cubrieron las ventanas con arena. Tras comprobar la eficacia parcial del proceso (algunos cautivos seguían con vida) se aumentó la dosis de gas Zyklon hasta que se llegó al asesinato de todos.
Bloque 11 (dónde se comenzó a utilizar el Zyklon B)
 
 Al lado del Bloque 11, se encuentra el tristemente conocido como Bloque 10, dónde se llevaron a cabo los experimentos de esterilización mediante inyección de productos químicos y radiación sobre hombres y mujeres y dirigidos por Carl Clauberg y Horst Schuman. Entre el Bloque 10 y el Bloque 11, hay un paredón dónde los nazis fusilaban a los cautivos. Las ventanas del Bloque 10 (el de los experimentos) siempre estaban tapiadas, para no ver fuera y para no ver lo que sucedía dentro.
Paredón entre los Bloques 10 y 11.




Tras esta acción se adaptó una cámara de gas provista de crematorio en Auschwitz I y se habilitaron dos granjas confiscadas campesinos polacos para construir unas cámaras de gas provisionales (las conocidas como casita roja y casita amarilla).
Comienza de esta forma el exterminio industrial siguiendo los mismos métodos, y con el concurso y experiencia del personal médico que había llevado a cabo la T4 Aktion.



jueves, 28 de julio de 2011

Medicina y nazismo. ¿Un centro de Investigación del Cáncer o un centro de producción de armas biológicas en Posen-Nesselstedt (Polonia) ?.

La Alemania nazi no consiguió disponer de la bomba atómica aunque hizo grandes esfuerzos para conseguirla. A cambio los investigadores se centraron en la investigación con armas químicas y biológicas (Blitzableiter). Aunque la industria química alemana era líder mundial en investigación y producción de sustancias, los nazis no llegaron a emplear nunca en acciones de guerra los productos químicos. Tal vez el miedo a una gran masacre con sus consiguientes represalias, o el recuerdo del propio Hitler de haber sido una víctima de dichos gases en la Primera Guerra Mundial.
Como ya se ha comentado en este blog había una verdadera obsesión en todo lo relacionado con el cáncer en la Alemania nazi: prohibiciones de fumar, campañas de detección precoz del cáncer ginecológico y de mama, control de aditivos alimentarios, y evitar la exposición a metales como plomo y a radiaciones ionizantes.  Los motivos eran como siempre evitar la degeneración racial, la enfermedad y evidentemente ahorrar los gastos que generaban las enfermedades a la población aria. El resto no contaba.
Con el teórico motivo de desarrollar  la investigación sobre el cáncer se creó en 1943 en Posen-Nesselstedt (Polonia, actualmente Poznan-Pokrzywno ) un centro monográfico a la usanza de los ya existentes en Reino Unido, Estados Unidos e Italia. Se dispuso de un presupuesto de 2,5 millones de Reichmarks.  Se utilizó  en parte un convento de monjas ursulinas ampliando dicho recinto con laboratorios y edificios de apoyo.
Poznan, (nombre actual de Posen) es una ciudad perteneciente a la zona de cultura alemana conocida como el Warthegau que fue anexionada al Reich en 1939 . La universidad polaca de Poznan (Posen) fue creada en 1919, y el Instituto Anatómico y Forense, todavía en funcionamiento, en 1929. En 1939 la universidad fue desmantelada, algunos profesores expulsados y otros asesinados, dentro de la política nazi de acabar con la "intelligentzia" polaca (médicos, profesores, políticos, abogados). La universidad fue nazificada y rebautizada como Universidad del Reich en 1941. 
El nuevo  instituto de Investigación contra el cáncer dependería de la Universidad de Posen, lo cual le otorgaría un mayor prestigio y un beneficio mutuo para ambas instituciones.
Autores como Gotz Aly (Cleansing the Fatherland) y Robert Proctor (Nazi War On Cancer), han señalado una serie de peculiariedades de dicho centro de investigación. Destaca la protección militar de que disponía: un muro de 3 metros de altura, alambre de espino, muros a prueba de armas químicas, su propia guardia de las SS, sistemas de calefacción y aire acondicionado. Es sorprendente que un centro médico dispusiera de esas medidas de seguridad. 
El centro disponía asimismo de lo que denominaron una “granja animal de tumores", crematorio y zonas para los animales. Estas estaban constituidas por celdas individuales con aseo, lavabo y camas de 2 metros de longitud. El personal investigador no procedía de la investigación sobre el cáncer sino de la medicina militar.
El avance de las tropas soviéticas dificultó la puesta en marcha del centro de investigación que fue trasladado a Turingia.
Realmente ¿Qué era aquel centro de investigación sobre el cáncer?: ¿un lugar de experimentación con armas biológicas?  ¿una “granja” en la que producir tumores experimentales a “animales humanos”?
Las armas químicas y biológicas se han llegado a denominar la “bomba atómica de los pobres” ya que su desarrollo requiere una inversión ínfima comparado con la investigación en energía nuclear.
La relación de algunos médicos y científicos con el nazismo nos produce escalofríos. El riesgo de sufrir un atentado con armas químicas o biológicas persistirá siempre. Un simple tubo de ensayo  con esporas de carbunco, bacilos de peste bubónica, o viruela, en manos de terroristas puede causar una tragedia de proporciones inigualables.
En la foto se observa una casamata, construida en 1943, de las que vigilaban el perímetro del Instituto de Investigación contra el cáncer en Posen Pokrzywno. La casamata ha seguido utilizándose por las monjas después de la guerra convenientemente “modificada” con una imagen religiosa.

La Universidad de Poznan abrió otra vez sus puertas en 1945, tras la finalización de la II Guerra Mundial, con el nombre del poeta polaco Adam Mickiewicz. En 1950 la facultad de medicina se separó de la universidad para convertirse en la Academia Médica de Poznan.

sábado, 18 de junio de 2011

Capesius. El farmacéutico de Auschwitz

Recientemente se ha publicado la obra de Dieter  Schlesak “Capesius. El Farmacéutico de Auschwitz”.  En ella a través de varios  protagonistas  de los hechos sucedidos en Auschwitz se hacen diferentes reflexiones sobre el papel jugado por los perpetradores. 

Víctor Capesius  (1907-1985) fue un farmacéutico rumano que procedía de una zona de origen alemán, ubicada en los Cárpatos. Era hijo de un médico. Tras sus estudios de Farmacia en la Universidad de Viena, cumplió su servicio militar en el ejército rumano. Durante muchos años desarrolló la labor de visitador médico y representante de diferentes laboratorios farmacéuticos, por lo que era muy conocido entre los médicos de la zona, muchos de los cuales eran de cultura alemana, como él, y judíos.
En la II Guerra Mundial fue llamado nuevamente al ejército de Rumanía y merced a su origen cultural alemán y a los acuerdos entre gobernantes rumanos y la Alemania nazi, él como otros,  pasó a formar parte del ejército alemán. Se formó en Varsovia y de allí pasó al campo de Dachau dónde dirigió la farmacia.
En 1944 se hizo cargo de la farmacia del campo de Auschwitz-Birkenau. Su labor allí consistía no sólo en la organización de la misma, sino que probablemente, según Schlesak, estuvo implicado en el control, custodia o administración del Zyklon B. 
Auschwitz. Edificio dónde se encontraba el almacén del Zyklon B y de los bienes robados.
Los trenes de judíos que llegaban a la rampa de Auschwitz (judenrampen) eran recibidos no sólo por médicos, sino por farmacéuticos o dentistas, cuando ya había excesivo trabajo para los médicos. Estos profesionales sanitarios, médicos, farmacéuticos y odontólogos, hacían la selección: hombres y mujeres fuertes jóvenes y sin niños, a la derecha, niños, ancianos, enfermos, u hombres más mayores, a la izquierda, hacia las cámaras de gas.
 Capesius, según se refiere en el libro, no sólo hacía una labor en el almacén de productos químicos de Auschwitz, sino que participó en las selecciones de la rampa. Aunque la selección en las rampas era una competencia de los médicos cuando el flujo de judíos europeos hacia Auschwitz era incesante, los médicos estaban sobrecargados de “trabajo” y fueron apoyados por dentistas y farmacéuticos.
En la obra, Schlesak acusa a Capesius de haber sustraído muchos objetos procedentes del expolio de los judíos (medicamentos, comida, libros) y de haberse apropiado de joyas, relojes, así como del oro procedente de las muelas de los judíos. Es llamativo, según Schlesak, la capacidad que tuvo Capesius de levantar empresas en momentos de crisis económica y de la reconstrucción alemana, lo que atribuye a los bienes que atesoraba procedentes de los judíos.
Al acabar la guerra fue detenido y pasó un año en un campo de concentración británico. Posteriormente estudió ingeniería eléctrica a Stuttgart. En 1950 abrió su propia farmacia y un salón de belleza. Fue nuevamente detenido en 1959 y juzgado en 1964 siendo condenado a 9 años de cárcel.
Entre el 20 de diciembre de 1963 y el 10 de agosto de 1965 se celebró en Frankfurt, el conocido como “segundo juicio de Auschwitz”. Allí se juzgó a 22 oficiales de segunda fila de los campos de concentración y exterminio, entre ellos a Capesius (ver video).

Los aspectos más turbadores de sus actuaciones, según el autor del libro, era cómo fue capaz de llevar a cabo las selecciones en las rampas y de enviar a las cámaras de gas no sólo a desconocidos sino a personas de su propio pueblo. A la llegada de los judíos rumanos, el les recibía, les tranquilizaba al hablar su mismo idioma y posteriormente con engaños les dirigía a las cámaras de gas.




sábado, 30 de abril de 2011

La zona gris

El Holocausto constituye un género cinematográfico. Hay películas conocidas por todos: El Pianista, El niño del pijama de rayas,  La lista de Schindler, y Resistencia, entre otras. Unas han sido criticadas, caso de La vida es bella, o El Niño del Pijama de Rayas por no ceñirse a la verdad y presentar un ambiente relativamente "amable" dentro de aquella barbarie.Otras como El Tren de la Vida, han apelado a un humor verdaderamente hilarante. ¿Cómo sí no podría explicarse la peripecia de un pueblo entero de judíos que desde su shtetl quieren ir directamente a Palestina en un tren pasando por toda Europa e intentando burlar a los nazis?

 Hay películas menos conocidas pero que tienen un gran rigor. Un ejemplo es La Zona Gris, de Tim Blake. Se trata de una película que transcurre en Auschwitz y que retrata la vida de los  Sonderkomando. Estos eran grupos de cautivos judíos que se encargaban de recibir a los trenes que llegaban a Auschwitz, y colaborar con los nazis en las tareas de selección, clasificación, confiscación de objetos de valor, extracción de dientes de oro, limpieza de las cámaras de gas y por último incineración de los cádaveres en fosas o en los hornos.

El término "zona gris" puede hacer referencia a varios aspectos. De un lado la zona gris que se coloca entre el bien y el mal, ya que los sonderkomando colaboraban con los asesinos con el fin de vivir unos meses más (cada 3 meses aproximadamente eran sustituidos por otros). Estaban entre la vida y la muerte, "engañaban" a los que se dirigían a las cámaras de gas diciendoles que era una ducha necesaria para evitar enfermedades y que dejaran su ropa preparada para luego recogerla tras la desinfección.

También la "zona gris" haría alusión al color de sus caras adquirido durante la estancia en los hornos crematorios, y tal vez al segundo capítulo de la obra de Primo Levi, Los hundidos y los salvados, que lleva como título, La zona gris.


Los sonderkomando disfrutaban de comodidades impensables para el resto de cautivos de Auschwitz, y tenían acceso a algunos bienes y objetos que eran confiscados a los judíos a su llegada al campo.
La película es cruda, y describe con detalle el proceso de selección, y exterminio. Está en parte basada en las memorias de  Miklos Nystzli, médico anatomopatologo asistente de Mengele.
Myklos Nyszli
 Por último, en la película se detalla la rebelión de los Sonderkomando, en un intento de luchar por sus vidas y de redimirse ante la historia.

Se derivan del mensaje de la película muchas deliberaciones éticas ¿hay que colaborar con el mal para salvar la vida? ¿hay que colaborar con los verdugos? ¿tienen que colaborar los médicos con los perpetradores?

Se adjunta un video con el testimonio del último Sonderkommando vivo, Shlomo Venezia, judío de origen sefardita.


Trailer de La Zona Gris